Buenos días querid@s amig@s y queridas familias:
Hoy tenemos una invitada especial en nuestra cocina, hoy nos cocina mi madre, y nos va a preparar un desayuno que no se puede comer todos los días pero que en ocasiones especiales como hoy, sientan de lujo. Y es que a mi madre, entre otras cosas, le salen unos churros muy ricos, y aquellos que los han probado saben que no miento si digo que son muy buenos, y hoy nos va a preparar el típico churro que podemos ver en las ferias o en la mayoría de los bares.
Pero entre su repertorio churril también hace las típicas porras, que aun siendo con los mismo ingredientes, la forma de elaborarlos no es la misma.
También he de decir que para ésta receta hace falta una churrera, que si no tenéis se pueden adquirir por un precio "majo" según palabras de la cocinera.
Y sin más dilación, vamos a decir los ingredientes:
- Harina de trigo (un vaso).
- Agua (el mismo vaso).
- Sal
- Bicarbonato
- Aceite de oliva suave.
Lo primero que vamos a realizar es tomar las medidas de los ingredientes.
En un vaso ponemos agua, que luego calentaremos.
En un cazo ponemos el agua a calentar con un poco de sal, más o menos media cucharilla de café.
En el mismo vaso del agua, lo usamos como medida para la harina de trigo. Hay que poner la misma cantidad de harina que de agua.
Ponemos la harina en un bol, que es donde mezclaremos todos los ingredientes.
Le agregamos una pizca de bicarbonato, casi casi solo la punta de una cucharilla de café.
Mezclamos la harina con el bicarbonato, y una vez que el agua esté hirviendo se la añadiremos a la harina.
Ayudándonos de una cuchara de madera, vamos a ir removiendo el harina con el agua hirviendo, muy importante que el agua hierva, sino la masa no saldrá bien.
Mezclamos todo bien hasta conseguir una pasta homogénea.
Una vez que tengamos la masa hecha, nos tiene que quedar con esta pinta.
Una vez preparara la masa, vamos a rellenar la churrera con la masa para después ir friendo los churros.
Con la churrera llena con la masa, vamos a preparar la sartén donde vamos a freír los churros.
En una sartén puesta al fuego, ponemos aceite de oliva, pero que sea muy muy suave, lo ideal es que sea aceite de girasol. Más o menos hay que poner un dedo de aceite.
Y cuando tengan ese color doradito, los vamos a ir sacando a una fuente con un papel absorbente para quitarles el exceso de aceite.
Quedando con esta pinta increíble.
Y es un fabuloso acompañamiento a un chocolate.